miércoles, 1 de julio de 2009

El resumen de mis 13 años

Puedo escribir los versos más tristes esta noche del 19 de Junio.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
Pero no, hoy no. ¿Cuántas veces hemos soñado con este día?
El tema principal de muchas de nuestras conversaciones era estos momentos que ahora estamos viviendo y esperamos recordar por siempre. Pero al igual que esta noche marcará nuestros corazones, no podemos olvidar estos trece años llenos de recuerdos, y aunque muchos de los protagonistas de esos recuerdos, y aunque muchos de los protagonistas de esos recuerdos ya no estén entre nosotros o aunque personas con las que compartimos el hoy no formen parte de los recuerdos pasados, los de siempre sabemos que jamás podremos olvidar todos los momentos compartidos por muy lejanos que estén.
Hagamos memoria. ¿Recordáis vuestro primer día de colegio? Cuando llorábamos por separarnos de nuestros queridos padres, cuando escogimos quien sería nuestro compañero de juego un día, y el siguiente y el siguiente también. Cuando conocimos a nuestras primeras profesoras, cuando por primera vez tuvimos un número de lista que hoy en día algunos todavía conservamos, cuando nos pusimos nuestra querida y dichosa bata que amamos en invierno y odiamos en verano.
Los días en los que nos disfrazábamos de Papa Noel o de egipcio, aquellas colonias en las que éramos capaces de meter la cabeza mojada en un cubo de harina por tal de conseguir un sugus.
Acabamos esa etapa y empezamos otra, primaria. ¡Que tiempos aquellos!
Los primeros exámenes, las primeras agendas… Fuimos creciendo y dejamos el lápiz a un lado para pasar a escribir a bolígrafo. Empezábamos a ser un poco gamberros y escondíamos las cosas de los otros, volaban gomas de la zona alumno a la zona profesor...
Tengo que deciros que estos años han sido una maravilla gracias a vosotros, y que nunca olvidaré cuando éramos pequeños y nos divertíamos todos juntos con tal solo una bola de papel de plata.
Decidme sino ¿Quién no se acuerda de los dibujos que nos obligaba a hacer la seño Belén en las portadas de cada tema de música, o del juego del “Saimon Said” al que jugábamos al finalizar las clases de inglés con el Prof. Joaquín?
Ha llovido mucho desde entonces. Mucho. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Hemos pasado de ser los niños recogidos a ser los que recogen en el día de Maria Ward. Hemos dejado de ser aprendices de grandes mentores, a los que quisimos, y ellos a veces también nos quisieron, para pasar a ser aprendices de otros aún mayores. Hoy por hoy nos damos cuenta de que seguimos escogiendo. Con quien pasar los patios, con quien hacer trabajos en grupo, a quien acudir en el momento en el que caemos, con quien cantar los medio días en piaui. Como aquel que escribió: Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Elegimos, y creo que más de la mitad de nosotros elegiría no irse de este colegio. Ojalá pudiésemos ser Peter Pan o Campanilla. Ojalá Peter Pan no se llevara nuestra niñez. Ojalá hubiéramos pensando un segundo antes de provocar cualquier malentendido entre las dos clases, o en nuestra propia clase.
Quizás somos un grupo de alumnos que solo han marcado sus nombres en los pupitres, que han causado desperfectos o que han sido un poco gamberros en algún momento. Cabe recordar nuestra asentada americana, nuestra insistencia en ver películas, las pocas ganas que a veces teníamos de hacer clase, nuestros cotilleos…
Es cierto. Pero cabe recordar que somos adolescentes. Adolescentes que tan solo se preocupan porque el mañana sea más divertido que el ayer, que tan solo quieren que pase el tiempo rápido y lento a la vez. Personas adolescentes a las que les quedan mucho por vivir y que si alguna vez se equivocaron no fueron conscientes de sus actos.
Pedimos que se nos recuerde por los largos sermones, los paréntesis, esos deseados paréntesis en medio de una clase de lengua castellana. No cabe duda, que nosotros siempre recordaremos los consejos que muchos nos disteis, los parciales de catalán acompañados de indirectas directas, los segundos trimestres de educación física, ese amigo que no sabia caminar y masticar chicle a la vez, los trabajos que aparecen al cabo del tiempo y del cual aún no sabemos la nota, (el frena Cándida, frena), las palabras compuestas de alemán, las explicaciones en inglés que muchos no entendíamos y para los demás era una carcajada constante.
Quien sabe, es posible que en unos cuantos años aun se haga referencia a la Generación del 93, aquella con la que disfrutabais en cada clase, con la que compartíais breves palabras por los pasillos.
Aquella generación que al principio parecía no soportarse ahora es una gran hermandad que se apoya y se entrega en cada momento.
Pensar que no os tengo. Sentir que os he perdido.
Pero no tan solo es entre nosotros, los profesores cada día son más parecidos a nosotros:
Nos mandan callar, nos dicen: Habla bien! Al fin y al cabo, nos guste o no, forman parte de nosotros y su trabajo es soberbio.
A todo vosotros, profesores de infantil, primaria y la ESO los que han sido capaces de aguantarnos durante tanto tiempo y con los que hemos vivido tantísimos buenos momentos.
¿Profesores, cuántas generaciones han pasado por vuestras manos desde que trabajáis en este colegio, cuántas de sus libretas habéis marcado con vuestro bolígrafo rojo? ¿Con cuántos alumnos habéis reído y con cuántos habéis llorado? Los que hoy partimos sabemos que cada generación ha marcado de alguna forma en concreto pero nos vamos orgullosos de haber sido los alumnos que han dado la mayor sorpresa a una magnifica persona en sus 20 años de enseñanza. Y aunque algunos no hemos tenido el privilegio de tener a esa persona como tutora, ella ha contribuido a nuestra formación como personas. Además, hemos tenido siempre a nuestro lado un Ángel de la guarda que nos ha amparado durante 4 años. Si, orgullosos de haber recibido sermones de todos y cada uno de vosotros, profesores. De haber visto juntos amaneceres increíbles y anocheceres de ensueño. De nuestras risas comunes y de nuestros llantos. Orgullosos, a duras penas de haber sido los primeros en realizar un proyecto de recerca en la historia de este colegio. Queremos que os sintáis los profesores más orgullosos del mundo porque nosotros somos los alumnos más orgullosos del mundo.
En definitiva, darle las gracias a nuestros padres por elegir este colegio para nosotros, el colegio que nos ha regalado a estas maravillosas personas como compañeros del día a día. El colegio que nos ha regalado a muchos nuestros primeros amores, y a otros tantos los segundos y los terceros. El colegio al que muchas veces nos hemos negado a venir y por eso hemos llorado, y el mismo por el cual muchos lloran hoy por no apartarlo de su lado.
Todo esto son momentos que jamás olvidaremos, igual que a todos vosotros. Que sepáis que os echaré muchísimo de menos a todos con vuestras virtudes y defectos. Sino decirme ¿Quién no se acordará de los llantos de Laia, de las risillas de Soraya, de los cantos de Irene y de las tonterías de Beni?
Deciros también que luchéis en el gran mundo que nos espera, que os deseo lo mejor de todo corazón que es donde os llevo.
Hoy, con la cabeza bien alta después de haber compartido 3 trimestres durante 4 años con nuestra familia, alzamos el vuelo. Una vorágine de nuevos aires está en camino. Todos tomaremos rumbos distintos, nos decantaremos por distintas vertientes. Pero el rayo de esperanza que nos queda a todos los alumnos que hoy estamos aquí reunidos es que deseamos conservar todas las amistades que a día de hoy, aún estamos tejiendo. Este es el último dolor que nos causamos y estos los últimos versos que yo os escribo.
A mí de momento, me queda la esperanza de que todo el mundo sienta que esto es efímero pero también eterno.

1 comentario:

  1. Soy un año más pequeña que tú, pero el año que viene me voy a acabar cuarto a otro insti. La verdad, es que me siento igual de melancólica.

    Gran texto.

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